¿Por qué emprenden los jóvenes?

¿Cuáles son los principales motivos que animan a un emprendedor a llevar a cabo su proyecto?   Estos emprendedores nos cuentan cuáles han sido sus motivaciones.

Si eres un emprendedor con un proyecto en activo o estás pensando en serlo, ya habrás escuchado miles de comentarios y razones para no emprender: la mayoría de las empresas cierran en su primer año de actividad, no merece la pena endeudarse, hay demasiada competencia, no tendrás tiempo para tu familia… Pero si de verdad tienes la convicción de ser tu propio jefe y hacer realidad un proyecto en el que crees por encima de todo, vas a emprender.

Estos son algunos de los motivos que pueden llevarte a emprender, además de que en esta época parece que ser emprendedor es tendencia. Basta con ver las redes sociales para encontrarnos con cientos de historias de éxito que, en la mayoría de los casos, no hacen referencia alguna a las dificultades que se han encontrado en el camino hasta conseguir los objetivos. Nosotros hemos preguntado a algunos emprendedores reales de nuestro entorno para que sean ellos quienes nos cuenten cuáles han sido los motivos que les han llevado a emprender:

“Crear mi propia empresa me permite desarrollar mi proyecto de vida”.

Me pareció la mejor manera de dedicarme a lo que tanto me gusta y en lo que tanto tiempo llevo preparándome. Poder emprender es una oportunidad para ponerte a prueba y mostrar al mundo de lo que uno es capaz de hacer.

“Era el momento. Cuando empecé no tenía trabajo”.

Era el momento. Siempre he querido hacer esto de una manera o de otra, y no quería esperar más. En el momento que empecé no tenía trabajo y llevaba más de dos años dándole vueltas a cómo lo iba a hacer. Si no te pones fechas nunca empiezas.

“Empecé forzado por las circunstancias”.

Siempre he querido tener mi propia empresa. Pero, siendo sincero, empecé forzado por las circunstancias. Estaba muy especializado, con una formación que no quería perder, y en un momento complicado para incorporarme al mercado laboral.

“Queríamos llevar el timón del barco y hacer las cosas a nuestra manera”.

“No hay que tener miedo a probar”.

En la universidad compaginaba los estudios con el trabajo y conseguí ahorrar dinero. Un año antes de terminar la carrera tuve que decidir qué hacía con él. Soy una persona muy inquieta y las ganas de probar ya y empezar a trabajar en mi propio negocio fueron las que me hicieron decidir por montar la empresa. La moda es algo que me apasiona y por eso me adentré en este sector.

“Encontré el modo de resolver una necesidad”.

Tras un cambio de rumbo en mi vida en busca de mi realización como ser humano y como profesional, descubrí entre otras cosas, el “propósito de mi vida”: Ayudar a los demás en el despertar de la conciencia a través del Orden. Este cambio lo realizo en el año 2013, dejando atrás una carrera en el sector de la moda como comercial textil internacional.

Tras mucho observar las necesidades que había y hay en nuestra sociedad, me di cuenta de que “el Orden” podía ser un elemento clave para “sanar” y resolver si no todos, muchos de los problemas que nos encontramos a diario en nuestro cotidiano derivado del nuevo estilo de vida en el que nos hemos sumergido todos los países desarrollados.

?“Buscaba la estabilidad económica y la satisfacción profesional”.

Creo que es algo g?enético. Realmente sientes la necesidad de hacerte a ti mismo de forma independiente. Cada persona tiene unas inquietudes profesionales distintas que hacen que el camino sea diferente, pero el fin siempre es el mismo: la estabilidad económica y la satisfacción profesional.

“No teníamos trabajo y aprovechamos la oportunidad”.

Como consecuencia de la crisis, después de buscar mucho y no encontrar nada (de trabajo), decidimos crear nuestra propia empresa. Muchos nos preguntan: ¿por qué una quesería? La respuesta es sencilla, nos enteramos que en Pontones se creó una fábrica de queso para un taller de empleo propiedad del Ayuntamiento, preguntamos y nos informamos de que estaba cerrada y sin expectativas de apertura. Después de realizar algunos estudios y trámites con la administración, la quesería ya era nuestra. Solo nos faltaba aprender a hacer queso.

“Los empresarios ayudamos a los demás a ser un poco más felices”.

Me encanta hacer que las cosas que imagino se conviertan en realidad. Y que esa nueva realidad ayude a los demás a ser un poco más felices.

“Aprovechamos la oportunidad”.

Todo surgió de forma muy espontánea y natural. Chabela tenía su propia empresa de diseño gráfico, pero yo jamás me había planteado emprender. Al poco de conocernos fue cuando escribí el relato “La leyenda de los Ahoras” y al pasársela simplemente para que me diera su opinión, dijo que sería “flipante” un colgante que representara el Ahora. Unos meses después resulté ganador de un concurso literario con la Leyenda y pensamos que podría ser bonito hacer un colgante del Ahora. Cada vez teníamos más y más pedidos y nos vimos obligados a seguir creciendo y desarrollando la empresa.

“Cumplimos nuestro sueño compartido desde pequeños”.

Emprendimos para cumplir nuestro sueño de poder dedicarnos a lo que nos gusta, el medioambiente. Y lo hacemos a través de una marca vinculada a la madera, con unos valores fuertes y coherentes que, al mismo tiempo difunde una filosofía de vida basada en el optimismo y en la lucha por los sueños.

“Al quedarme embarazada cambió totalmente mi vida profesional”.

En realidad no tengo un solo motivo que me impulsara a emprender. En el momento que nació la idea, tanto mi pareja como yo estábamos trabajando, aunque con diferentes condiciones laborales, en la misma empresa. Mi embarazo no sentó muy bien en la empresa, intentaron primero que firmara un despido objetivo y como no acepté despidieron a mi pareja. La misma semana que me incorporé de la baja maternal decidí dejar mi trabajo para desarrollar la idea y tener el control de mi propio tiempo tanto profesional como personalmente.

“Quería trabajar sin condicionamientos externos y guiado siempre por mi intuición”.

Son muchos los años los que he dedicado a asesorar a numerosos proyectos y siempre pensaba que debía encontrar la oportunidad de transmitir mi Know How. De esta manera he podido desarrollar toda mi experiencia sin condicionamientos externos y guiado siempre por mi intuición. Creo que hay mucho en mis vinos de esta “mágica“ receta.

Crecer en tu propio mundo siempre es fascinante. En el camino voy encontrando personas, historias… en definitiva, aventuras que me llevan a seguir creando con nuevas sensaciones.

“No fue una decisión propia, fue una necesidad”.

Las oportunidades hay que buscarlas y para eso, la mayor parte de las veces, hay que sentirse libre. Emprendí por necesidad… No fue una decisión propia, fue una necesidad. Con más de 11 años de trayectoria profesional necesitaba ganar en calidad laboral, no depender de estructuras jerárquicas y poder contar con un equipo multidisciplinar.

“Emprendí para poner en valor mis conocimientos”.

La situación laboral, personal y social me llevaron a crear mi empresa. Harto de ver cómo las empresas exprimen a los jóvenes, decidí llevar a cabo mi sueño. Poner en valor todos los conocimientos técnicos y laborales que he obtenido a lo largo de los años, junto con el sueño de crear una empresa, hacen que el emprender sea apasionante.