Odilo es la primera empresa en emplear el modelo de “Contenido Digital como Servicio” ayudando a cualquier organización o empresa a gestionar, distribuir, auditar y preservar contenidos digitales sin inversiones tecnológicas o acuerdos con proveedores de contenido.
Su misión es democratizar y extender la cultura haciendo que cualquier persona pueda acceder a contenidos digitales con o sin derechos de autor, de forma rápida y sencilla. Ofrecen su plataforma tecnológica de contenido (vídeo, apps, libros…) en más de 40 países, desde colegios y universidades hasta grandes empresas.
Odilo es una plataforma que ofrece contenido digital en más de 40 países
Odilo nace en 2011 por iniciativa de un grupo de ingenieros de la Universidad de Cartagena, con la idea de aplicar el concepto de la nube a la biblioteca pública. Con esa idea arrancaron los primeros bocetos hasta que progresivamente, sus precursores, han ido ampliando el concepto a una visión más general que incluye nuevos contenidos y verticales.
La tecnología Odilo está presente en más de 2.000 centros por todo el mundo
En este caso fue el proyecto, vimos que el mundo de los contenidos digitales debería tener un modelo “as a service” como la computación y que alguien debería crear un producto de este tipo. Al ver que no había alternativas en el mercado me fui convenciendo más y más en tratar de ser nosotros los primeros, así poco a poco fue tomando forma Odilo.
Desde su creación, esta plataforma ha crecido de forma sostenida llegando hasta los 71 empleados de 6 nacionalidades diferentes en sus sedes de España, USA y Latinoamérica. En Odilo se ha decidido implementar una mezcla de profesionales jóvenes con otros con mucha experiencia en el sector digital.
“En Odilo ayudamos a empresas e instituciones a gestionar, distribuir, auditar y preservar contenidos que producen localmente asegurando que son fácilmente localizables y que no se filtran fuera de la organización y al mismo tiempo incorporar contenido de interés de cualquier proveedor digital del mundo”, nos explica Rodrigo Rodríguez, CEO de Odilo. Todo esto desarrollado desde un modelo como servicio sin grandes inversiones iniciales ni despliegue tecnológico, simplemente pagando por el consumo.
El hándicap inicial fue conseguir los primeros clientes, los comienzos fueron difíciles de explicar por ser un concepto tan novedoso tanto a clientes y proveedores y hacerlo con una empresa desconocida fue todo un reto. Una vez conseguidos los primeros clientes actuaron como palanca para el resto y se convirtieron en embajadores del modelo, pero cada uno de esos 20 o 30 clientes fue un auténtico reto. Al ser pyme no cuentas con una gran marca detrás y tienes que demostrar más que el resto, pero visto con perspectiva es algo que te ayuda a subir el nivel de exigencia y que acaba siendo positivo a largo plazo.
Al inicio del proyecto contamos con fondos propios y hemos tenido la suerte de incorporar en poco tiempo grandes clientes referentes en bibliotecas, colegios, turismo o administración pública que han mejorado muchísimo su rendimiento usando Odilo, por lo que ha hecho cada vez más clientes empiecen a beneficiarse de utilizar el modelo de contenido digital como servicio. Esta tracción y los beneficios demostrados en los clientes que ya han usado Odilo durante un tiempo es lo que ha llamado la atención de los fondos y nos ha ayudado a cerrar nuestra última ronda de inversión en unos tiempos cortos para lo que es la media del sector. Esta última ronda de inversión fue liderada por los fondos Amérigo de Telefónica Active Venture Partners e Inveready a los que pertenece Kibo Ventures y JME Venture Capital.
Nuestro modelo de negocio es un B2B. El perfil de nuestros clientes está dirigido a Corporate (directivos y recursos humanos) y directores y gerentes de diferentes instituciones.
En el último año, Odilo ha crecido un 300% el consumo digital de su plataforma, ganando los mayores proyectos a nivel público dentro de la gestión de contenidos digitales como el realizado con el gobierno de Uruguay para dar servicio a todos los centros escolares del país o como el último realizado en Croacia en el que creamos la primera Smart City Cultura acercando la lectura gratuita a diferentes puntos de la ciudad gracias a la geolocalización.