No es lo mismo trabajar con Chet Baker que con The Chemical Brothers de fondo. Las ventas en los comercios pueden aumentar hasta un 32% dependiendo del tipo de música que suene.
Desde La Aguja, decoradores musicales aseguran que la música tiene un impacto social evidente, nos ayuda en las relaciones y nos cohesiona. Dependiendo de la elección, se ve afectado el ritmo de trabajo, la concentración de los trabajadores o las ventas del negocio, si este es un comercio.
La Aguja es una empresa que proporciona la música que mejor se adapta a un negocio o evento, rompe con las radiofórmulas e hilos musicales y da un paso más allá, haciendo única cada lista de reproducción. “Todos los negocios o eventos son diferentes, y nosotros pretendemos que esa diferencia se haga evidente utilizando la música como herramienta”, nos explica Paloma Oliveira, co-fundadora de La Aguja.
Algunos estudios indican que un supermercado puede aumentar hasta un 32% los ingresos dependiendo de la música que suena.
Cómo se hace…
Los empresarios están interesados en potenciar la experiencia que ofrecen a sus clientes, les gusta cuidar los detalles, buscan fórmulas para diferenciarse de la competencia y tener una seña de identidad. Obviamente, siempre buscando aumentar los ingresos. ¿Cómo lo hacen? Lo primero que hacen cuando alguien solicita sus servicios es un estudio de marca para definir lo mejor posible las necesidades de cada cliente. Concretan las especificaciones del cliente, el tipo de negocio o evento, el horario, la clientela… Una vez hecho este estudio, buscan una analogía musical que identifique perfectamente al cliente y desarrollan la lista de reproducción que mejor personalice sus gustos y necesidades comerciales.
Tienen sede en Madrid, pero han desarrollado un software que les permite llegar a cualquier lugar. Solo es necesario tener conexión a internet. Se adaptan dependiendo de cada circunstancia, pero lo normal es visitar al cliente, recoger información para hacer el estudio de marca y crear la lista de reproducción. Una vez hecho ese proceso, pueden manejar todo el servicio a distancia (implantación del software, actualizaciones de las canciones…). Eso les ha permitido tener una base de clientes en Madrid y una igual o mayor en otras provincias. Incluso tienen clientes en Latinoamérica.
De izquierda a derecha: Paloma, Chema y Carlos
Comenzaron su andadura tres socios: Chema, Paloma y Carlos, y más tarde, Javier. Todos ellos, profesionales dinámicos, con iniciativa, que provienen de diferentes experiencias laborales como la producción, el derecho, informática… Comparten la pasión por la música y el cuidado por los detalles. Actualmente tienen un volumen de negocio que les permite seguir creciendo año tras año.
Decorar con música
“Cada vez se cuidan más los detalles en los establecimientos, pero la música no recibe el mismo cuidado”, nos explica Paloma. Según la co-fundadora de La Aguja, ese fue el principal motivo por el nació esta idea, con la intención de crear, reforzar o renovar la identidad de un negocio o un evento a través de la música. Su propuesta no es solo la de un hilo musical, es una selección personalizada, fruto de un estudio ordenado, estratégico y creativo, para adaptar la música que suena en cada situación y conseguir mejorar la experiencia del consumidor final. Es un hilo musical a medida, único para cada cliente.
Por ejemplo, los restaurantes estudian la disposición del espacio, la iluminación, el mobiliario, la vestimenta o incluso la vajilla, pero pocos planifican con detalle la música. Y a pesar de haber cuidado todos aquellos elementos, una mala elección musical puede enturbiar la experiencia. Si tienes un restaurante de comida rápida y pones jazz, por ejemplo, ralentizas el servicio y desaprovechas tiempo, negocio y buena música. De la misma manera, si creas un ambiente acogedor pero pones música estridente, la estancia en tu local será desagradable.
Otro ejemplo claro: inviertes mucho tiempo y dinero en tu boda, es uno de los “momentos más especiales de tu vida”. Cuidas todo, vigilas y coordinas con precisión suiza el vestido, las flores, los invitados, el menú… pero acabas considerando la música del cóctel o de la fiesta como algo secundario, y solo piensas, en el mejor de los casos, el tema con el que abriréis el baile como esposos. Es un gran error: la música crea precisamente los momentos que más tiempo permanecerán en la memoria de los invitados, nos explica Paloma.
“Podemos cerrar los ojos, pero no los oídos”. Paloma Oliveira, socia de La Aguja
La música ayuda a vender
Existen estudios que demuestran que las ventas aumentan dependiendo de la música que se utiliza. Hay veces que el negocio necesita agilizar al cliente para aumentar el número de ventas (por ejemplo, un supermercado o una tienda de ropa los viernes por la tarde) o hay veces que es necesario crear un ambiente tranquilo y agradable para generar una experiencia que invite al cliente a consumir más (un determinado tipo de restaurante, por ejemplo). De la misma manera que el orden de los pasillos o de los productos que hay en cada estantería tienen un orden muy estudiado para aumentar las ventas, una buena elección musical consigue el mismo efecto.
Sin embargo, en España está poco extendido este concepto de decoración, y a los propietarios de negocios les cuesta ver la relación que hay entre una buena selección musical y el producto final que ofrecen a sus clientes.