Una cuarta parte del agua para consumo humano se pierde por las tuberías que la transportan. En Aganova han encontrado la solución. La empresa malagueña ha patentado un sistema único en el mundo capaz de detectar fugas de agua con un 90% de efectividad.
En 3 años de funcionamiento la facturación de Aganova ha crecido en un 400%
En España, alrededor de un 25% del agua destinada al consumo humano se pierde por las tuberías que la transportan hasta nuestras casas, pero este despilfarro no ocurre solo en nuestro país, en algunas zonas de Sudamérica ese porcentaje llega hasta el 60%. La empresa malagueña Aganova ha creado un minisubmarino esférico que detecta fugas con un 90% de efectividad, invento que ha levantado una gran expectación en todo el mundo y ha llevado a esta empresa a multiplicar la facturación en un 400%. Y esto solo acaba de empezar.
El nautilus, nombre con el que se ha bautizado este dispositivo capaz de detectar fugas y bolsas de aire a través del sonido con un margen de error de solo 1 metro, es un minisubmarino esférico con un núcleo ‘inteligente’ que es capaz de navegar durante 30 kilómetros por las tuberías saltando obstáculos y transmitiendo su ubicación en tiempo real. Toda una revolución en el sector, teniendo en cuenta que los sistemas que se han usado hasta el momento apenas tienen un 15% de efectividad y utilizan sensores fijos y cables que se introducen en las tuberías.
Este problema, la pérdida de agua, es igual en todo el mundo, por eso nuestros clientes son empresas gestoras del agua, nos explica el CEO de Aganova. En solo 3 años de funcionamiento, la facturación ha crecido en un 400% y han contratado a 40 empleados. Y esto solo acaba de empezar… Ya trabajan en 43 países y siguen demandando el nautilus en el resto del mundo. Estados Unidos, Canadá, Chile, Holanda, Taiwan, Emiratos Árabes, Colombia, Cuba, México, Hungría fueron sus principales mercados, a los que siguieron Portugal, Kuwait, Argentina, Rusia, Australia, Brasil, el Reino Unido, Francia, Italia y China. Ese es el resultado de crear un dispositivo eficaz, rentable y único en el mundo, capaz de solucionar uno de los problemas más importantes de la humanidad: la escasez de agua.
Este despliegue tan rápido ha supuesto que las ventas del Nautilus se haya “disparado” en un 89% en el último año y tengan previsto llegar a facturar 20 millones de euros en el año 2022, un reto y un objetivo claro que creen incluso poder superar, según el fundador de Aganova, Agustín Ramírez.