Fungi Natur es una joven empresa que ha conseguido cultivar setas en el bosque asturiano de manera totalmente sostenible. Y lo más original de este proyecto es que lo hacen siguiendo una ancestral técnica japonesa para producir la seta shiitake, conocida por su potente sabor.
Y lo hacen en un lugar casi mágico, aprovechando los recursos forestales y una infraestructura sumamente respetuosa con los ritmos naturales. Cultivan en Cabranes, en un bosque con cabañas de bambú, un arroyo y una casa en un árbol. El impulsor de este proyecto es Leandro Meléndez, un biólogo que nació y pasó su infancia en Alemania, estudió en Madrid y aterrizó en la tierra natal de su familia para trabajar en su tesis sobre aves alpinas.
Pero no comenzó solo. Al proyecto se unió un licenciado en Ciencias Políticas y artista multidisciplinar, Harald Schertz. El principio no fue fácil. “Lo primero fue investigar sobre algo que no se había hecho nunca en España”, apunta Leandro. Una vez comprobaron que el cultivo era viable, comenzaron con una producción muy limitada en un espacio abrupto que solo les permitía abastecer a algunas tiendas eco. En poco más de cinco años la situación ha cambiado y ahora cuentan con un bosque propio y se han sumado dos nuevos miembros al equipo de trabajo. Y la intención es seguir creciendo.
Lo que comenzó con unos pequeños ahorros y una subvención de pequeña instalación para pequeños agricultores, se está convirrtiendo en un proyecto afianzado. Se han constituido en cooperativa, se han sumado dos socios más, han comprado varias fincas para ampliar la producción y han optado por vías alternativas de financiación para conseguir los 100.000€ que necesitan para comenzar esta etapa de expansión en la que esperan multiplicar por cinco la producción actual.
La primera de estas alternativas es entrar a formar parte de una cooperativa que financia proyectos de interés social y medioambiental, coop 57. Es aquí donde han encontrado parte de la financiación, aunque la sorpresa para los socios de Fungi Natur ha sido la respuesta a la campaña crowdfunding que tienen abierta en la plataforma Goteo.
“Para gente que quiere generar proyectos novedosos es difícil encontrar financiación por las vías tradicionales”
Leandro Meléndez
¿En qué consiste esta técnica japonesa para producir la seta shiitake? Se trata de cultivar de manera totalmente sostenible, en el propio bosque y con los recursos forestales propios del entorno, tan abundantes en Asturias.
En realidad, no cultivan. Inoculan un hongo en troncos de roble o castaño y lo taponan con cera de abeja. Ese es otro aspecto interesante de Fungi Natur. No compran los troncos, sino que aprovechan los restos de las podas. Además de ser una buena fuente de materia prima gratis, para el bosque también es un beneficio, porque ellos se encargan de mantener limpia la zona, además de realizar otras acciones de compensación ambiental como las cajas nido o un estanque para anfibios.
Aprovechan los troncos y ramas resultantes de la poda, principalmente de roble y castaño, los taladran a lo largo de todo el perímetro e introducien en ellos la semilla del hongo, lo que ellos conocen como micelio. A continuación, según nos cuenta Leandro, tapan esos orificios con cera natural. Durante todo un año, esos troncos permanecen en el bosque, apilados en un lugar muy húmedo y a la sombra. Aquí no hace falta reproducir artificialmente las condiciones de humedad y temperatura, por lo que el gasto energético es cero.
Pasado ese año, los troncos son sumergidos en una pequeña piscina de agua fría durante 24 horas para estimular la generación de las setas. Es entonces cuando se trasladan a las cabañas de producción a la espera de que surjan las preciadas setas. Las cabañas tienen paredes de red porosa que los protege de los ataques babosiles y otros bichos, a la vez que permite que los troncos sigan en su ambiente.