La mayoría de nosotros pensamos que los drones son pequeños dispositivos incapaces de cargar con grandes cantidades de agua, pero hay una empresa española que ha diseñado un dron preparado para luchar contra los incendios forestales.
La empresa que diseña estos dispositivos, DRONE HOPPER, se creó administrativamente en septiembre de 2015 y los impulsores tardaron unos 6 meses en conseguir las condiciones para empezar a trabajar. En estos momentos el equipo lo forman 4 personas, además de muchos colaboradores externos, partners industriales y académicos muy involucrados en el proyecto.
“Emprender es muy excitante pero también muy complicado. Hay que tocar muchos palos que son totalmente ajenos, hacer un poco de todo y ser muy flexible“
Pablo Flores, CEO y co-fundador de Drone Hopper
Estos dispositivos tienen la típica configuración multirrotor de los drones domésticos, pero en realidad son más parecidos a pequeños aviones, tanto en el proceso de diseño y fabricación como en la certificación que necesitan. El propósito que perseguían estos emprendedores al crear un dron para luchar contra los incendios era evitar la pérdida de vidas humanas aportando, además, un importante ahorro económico en la extinción. Desde la empresa nos explican que los medios tripulados tradicionales son caros de operar y no se pueden utilizar en todos los casos, ni se puede tener uno en cada comarca preparado para actuar de manera inmediata.
“El propósito de los drones antiincendios es evitar la pérdida de vidas humanas
aportando un importante ahorro económico”
Pablo Flores, CEO y co-fundador de Drone Hopper
Según Pablo Flores, CEO y fundador de Drone Hopper, estos drones antiincendios pretenden ser un complemento a los medios aéreos convencionales, que son muy útiles, pero que no cubren todos los escenarios operacionales que se pueden presentar en un incendio. El ejemplo más claro es la operación en nocturno, cuando estas aeronaves pilotadas no pueden operar, nos aclara Pablo. La idea es utilizar estos drones especialmente en ataque indirecto (cortafuegos, líneas de defensa…) y en ataque directo en fuegos pequeños; también como elemento de intervención rápida. Con una carga de 300 litros de agua y producto retardante ecológico pueden crear un cortafuegos de hasta 600 metros cuadrados por descarga. Teniendo en cuenta que se pueden utilizar varias unidades operando secuencialmente y que el tiempo entre descargas es también muy bajo al estar el centro de recarga cerca del incendio, son capaces de acordonar el incendio en un tiempo muy corto, explica Pablo.
Los responsables de la empresa nos explican que la configuración multirrotor no es la más eficiente a la hora de levantar peso, pero sí tiene una serie de ventajas que la hacen idónea para la operación requerida. Con los motores disponibles en el mercado pueden llegar a 300 litros en una primera aproximación, pudiendo subir hasta 450 e incluso a 600 litros por unidad, nos explica el co-fundador de Drone Hopper.
“El método de agua nebulizada permite un uso más eficiente del agua, comparado con la descarga por gravedad que se utiliza tradicionalmente”
Pablo Flores, CEO y co-fundador de Drone Hopper
Los drones utilizan un método patentado de creación de agua nebulizada, sin necesidad de grupo de presión, aprovechando la energía del aire de los propulsores. Esta columna de aire húmedo permite un uso muy eficiente del agua, comparando con los medios convencionales de descarga por gravedad.