No se trata de una red social más, sin duda LinkedIn ha revolucionado el mercado laboral y se ha convertido en imprescindible para quien quiere estar visible profesionalmente. Aunque en sus 16 años de existencia ha conseguido que 500 millones profesionales tengan perfil en esta plataforma, el número de usuarios no es comparable con los de Facebook o Twitter, pero tampoco es su objetivo.
LinkedIn no es una red para todos, solo para quienes se plantean una estrategia digital. Para Alex López, considerado el mayor experto en LinkedIn de España, “no es posible, ni conveniente estar en todas las redes, sino en aquella/s en las que esté nuestro cliente potencial, pero Linkedin suele aparecer como una de las redes imprescindibles en la mayoría de los casos”.
Sin embargo, para conseguir sacarle el máximo partido a esta red social no basta con cubrir el expediente subiendo el currículum, sino que es imprescindible tener una estrategia de promoción profesional. Aquí tienes algunos consejos que pueden ayudarte a sacarle todo el partido a tu perfil de LinkedIn:
Si no lo tienes ya, crea un perfil
Si tus colaboradores te buscan en esta red social y no te encuentran, puedes transmitir una imagen de profesional pasivo, que no se mueve y que no está al tanto de lo que sucede en su sector. Por otra parte, si tu objetivo es encontrar empleo a través de esta plataforma, ten en cuenta que lo primero que hará la empresa será corroborar tu experiencia y recomendaciones.
Si todavía no has creado tu perfil de LinkedIn, no esperes y hazlo, pero antes de ponerte manos a la obra, párate un momento y considera qué quieres conseguir: encontrar trabajo, ampliar contactos o encontrar compradores para tu producto, por ejemplo. Dependiendo de tu objetivo, la forma de manejar tu perfil será diferente, pero en todos los casos te conviene mantenerlo actualizado, bien configurado, con información creíble y capaz de captar la atención de los contratadores y posibles colaboradores.
Perfil personal y profesional
Cuidado con limitarte a rellenar espacios en blanco porque no basta con incluir datos de tu formación o experiencia, sin más. Los logros son importantes pero no te olvides de la actitud. Linkedin no se centra exclusivamente en el aspecto laboral, también en la actitud personal frente al trabajo. Las empresas buscan colaboraciones y empleados capaces de desenvolverse en situaciones adversas, preparados para buscar soluciones positivas y efectivas. A través de tu perfil debes demostrar tus competencias, actitudes y competencias.
Al igual que cualquier empresa, el profesional necesita cuidar su prestigio y reputación on-line, y para ello el secreto es disponer de una estrategia digital. ¿Quién mejor que tú para gestionar tu imagen? Conoces tus virtudes, tus objetivos, a quién quieres llegar y qué valores puedes aportar. Si a eso le unes que tienes a tu disposición una herramienta gratuita que te permite llegar a cualquier parte del mundo, solo te queda decidir cómo hacerlo.
Claridad y credibilidad
Debes conseguir plasmar tus aptitudes y actitudes de forma clara, siendo consciente de que nadie va a perder el tiempo en descifrar cualquier información que no sea fácil de entender. Además, debes esforzarte por transmitir veracidad, huyendo de estrategias como hinchar e, incluso, falsear información. Eso sí, dedica tu esfuerzo a conseguir recomendaciones y validaciones de tus aptitudes por otras personas. Pide recomendaciones y elige bien a quién. Mejor si están escritas por alguien que te conozca y haya trabajado contigo.
La imagen marca la diferencia
Transmite una imagen que resulte eficaz a la hora de mostrar los valores y la experiencia que te definen como profesional. Como se suele decir, “no hay una segunda oportunidad para una buena primera impresión”, así que esfuérzate por seleccionar una foto de perfil adecuada para esta plataforma. No tiene que ser la típica foto de carnet formal y aburrida, pero evita las fotos con tu pareja, amigos o en una fiesta playera. Busca una en la que salgas favorecido, que no sea aburrida y que transmite valores positivos sobre ti.
Complementa el texto con imágenes, vídeos y presentaciones. Las posibilidades de estos formatos son enormes y puedes aprovecharlos para mostrar ejemplos de tu trabajo y demostrar tus habilidades creativas.
Dedícale tiempo y mantenlo actualizado
“Internet no es tanto un tema de dinero como de pro-actividad, agilidad y constancia”, así lo explica Alex López, uno de los 20 influencers más importantes del mundo en Social Selling. Dedícale tiempo, busca una forma personal para presentarte a ti mismo, cuida la redacción, evita tópicos y revísalo concienzudamente. Considera que ese tiempo no es perdido, es una inversión.
Una vez hecho esto, PARTICIPA. No te limites a incluir datos y esperar que interactúen contigo. Entra una o dos veces al día para publicar noticias relacionadas con tu sector, seguir a empresas que creas interesantes, a profesionales influyentes, unirte a grupos de debate y participar.
Elige bien cuándo publicar
La pregunta del millón: ¿Cuál es el mejor momento para publicar? Lo recomendable es descubrir cuál es la franja horaria que mejor te va a ti y a tu público, y para ello debes ir probando. Publica distintos tipos de contenido en distintas franjas horarias, y valora los resultados.
Puede servirte de orientación los datos que aporta el estudio de HubSpot sobre el mejor momento para publicar en LinkedIn. Estas son las principales conclusiones acerca del momento más adecuado para publicar en LinkedIn:
· De martes a jueves, a primera hora, media mañana y primera hora de la tarde
· Los martes, entre las 10 y las 11 de la mañana.
· Los lunes y viernes tienen las cifras de interacción absoluta más bajas.