Yaiza Canosa es una de las emprendedoras más exitosas de la actualidad. Vendió su primer proyecto a los 16 años, mientras estudiaba ADE, y creó su primera empresa, Glue Concept, a los 21. Una vez la había puesto en marcha con varios socios, se desligó del proyecto para desarrollar una idea que tenía en mente desde hacía tiempo, crear una startup logística para el transporte de envíos voluminosos, a la que llamó Goi.
En palabras de Yaiza, “la idea surge como en toda empresa, de un problema al que hay que buscarle una solución”. Todos en nuestra vida necesitamos, en algún momento, enviar paquetes voluminosos, cuando nos mudamos o vamos a Ikea a comprar un mueble y no tenemos medio para transportarlo.
“Como toda empresa, Goi surge de un problema al que hay que buscar solución”
Yaiza Canosa, creadora de Goi.
El principal problema que Yaiza quería solucionar era la tardanza en el proceso de contratación. El tiempo medio en un servicio así ronda los 3 días. El objetivo de GOI era que este proceso dejase de ser un quebradero de cabeza, tanto para las empresas como para los particulares.
GOI innovó desde dos vertientes: la tecnológica y la de servicio. La mejora a nivel servicio pasaba por dar flexibilidad a los clientes en la recogida y entrega. Querían dar la sensación del consumidor final de que se trataba de un servicio de calidad en el que personas y tecnología iban de la mano. Desde la amabilidad y la profesionalidad de quien entrega el envío hasta el seguimiento y comunicación directa con el transportista para tener la tranquilidad en todo momento de dónde estaban los envíos. “No se trataba de inventar la rueda, sino de hacerla más redonda”, apunta Yaiza.
La plataforma Goi comenzó aglutinando a los transportistas autónomos que trabajan haciendo pequeños portes o mudanzas y se daban a conocer en plataformas de pujas, anuncios en farolas o internet. Esta herramienta les permitía despreocuparse y centrarse tan solo en realizar los envíos. Goi les proporcionaba los clientes y envíos.
Por otra parte, la iniciativa de Yaiza revolucionó el sector ofreciendo a los consumidores finales la opción de recibir sus envíos el mismo día de adquisición y la posibilidad de elegir la hora, lo que aportaba flexibilidad y se traducía en mayor satisfacción por parte de clientes y usuarios. Aunque la acogida en el mercado superó sus expectativas, los principios fueron complejos. Como la mayoría de las startups, al principio cuentan con recursos muy limitados y destinarlos a aquello en lo que se necesita realmente no es fácil. “Quieres hacer muchas cosas, pero los recursos son los que son”, señala la fundadora de Goi.