Todos hemos oído hablar de las estrategias wellnes o políticas de bienestar que buscan promover hábitos saludables y ponen a disposición de los trabajadores salas de descanso o gimnasios, talleres de mindfulness, relajación o dietética. Esta es una tendencia que llega desde Estados Unidos y no es una utopía o una moda, su impacto es positivo y cuantificable. Con estas políticas se consigue, además de cuidar la salud física y emocional de los profesionales, generar mayores niveles de compromiso y reducir las bajas laborales, entre otras ventajas.
Para crear y desarrollar estos programas que consiguen aumentar la productividad hasta en un 30%, según algunos estudios, se ha creado la figura del Director de Felicidad o Chief Happiness, un profesional que se encarga de mimar a los empleados para que sean más optimistas, creativos, flexibles, y lo más importante, felices.
Para mejorar la productividad en las empresas, sus trabajadores deben ser felices
Global Workforce Study
Los empresarios saben que la felicidad y satisfacción de los trabajadores se reflejan en forma de productividad para la empresa, así que una de las prioridades debe ser motivarlos más allá de su salario. ¿Cómo lo hacen? Contratando a profesionales como Lidia Nicolau, Directora de Felicidad.
Licenciada en psicología por vocación, trabaja en Habitissimo como directora de Personas, Felicidad y Cultura, por devoción. Dejó la psicología clínica para sumergirse de lleno en el mundo de las empresas digitales y dedicarse a lo que más le gusta, ayudar a las organizaciones y a las personas a sacar su máximo potencial. En su blog Trabajar la Felicidad, comparte sus experiencias, prácticas laborales, aprendizajes y curiosidades.
Se puede y se debe ser feliz en el trabajo
Lidia Nicolau, directora de felicidad de Habitissimo
Además, se puede lograr en todos los trabajos, pese a que históricamente hemos pensado que solamente se podía alcanzar este sentimiento de plenitud en trabajos muy vocacionales (relacionados con el arte, el deporte, la medicina, psicología,…), es posible alcanzarlo en cualquier profesión. La tarea concreta deja de tener importancia cuando ponemos el foco en el propósito que tenemos más allá del día a día, y se ve reforzado por la relación con compañeros y superiores.
Eso sí, se deben cumplir una serie de condiciones, y como empresa es importante que velemos por ellas.
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¿Qué necesitan los trabajadores para ser felices en el trabajo?
Existen 5 puntos clave en la felicidad de los empleados:
- Relaciones interpersonales entre los miembros del equipo.
- Tener la sensación de desarrollar y tener una labor significativa y con valor añadido.
- La relación con los superiores.
- La conciliación de la vida laboral y personal.
- Reconocimiento de los logros.
Es imprescindible trabajar de forma coherente todos y cada uno de estos puntos. Empezando por facilitar herramientas de socialización y comunicación, y terminando con ofrecer una buena formación y acompañamiento a todas aquellas personas que gestionan equipos (los jefes).
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¿Cuáles son las funciones de una directora de felicidad?
Como Directora de Felicidad, mi labor es la de garantizar que los miembros del equipo a nivel individual, y los equipos en conjunto, lleguen a sus puntos máximos de productividad, creatividad y compromiso en la empresa.
Poniendo a las personas en el centro, cada día me cuestiono cómo hacer de Habitissimo una empresa más competitiva a través del activo más importante que tenemos, las personas. La Directora de Felicidad es a la productividad de las personas lo que el CEO a los beneficios de la empresa y debemos velar por la estrategia que seguimos.
Mi labor se enmarca dentro de la corriente conocida como “happiness at work” y que surge de la psicología positiva. En lugar de centrarme en tareas reactivas (arreglar aquello que se ha roto), me dedico a establecer políticas de gestión de personas enfocadas en el desarrollo y la mejora del potencial.
A nivel más concreto, algunas de las funciones son: desarrollo del engagement y capital psicológico, establecer planes de carrera y planes de desarrollo, planes de formación para líderes, coaching, generar dinámicas de adaptación al cambio, gestionar y promocionar la cultura corporativa, el employer branding, la generación de espacios comunes, organización de actividades, crear espacios de comunicación, de propuesta de ideas y de reconocimientos.
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¿Qué ventajas aporta un departamento de felicidad a una empresa?
Garantiza, o da ciertas garantías, de poner el foco y trabajar sobre las potencialidades de las personas. Por desgracia estamos muy acostumbrados a trabajar en una dinámica de solucionar problemas, cuando lo ideal es preparar a los equipos para que sean ellos mismos quienes sean capaces de solucionarlos y verlos como oportunidades para crecer.
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¿Cómo se consigue que los trabajadores sean felices?
Entendiendo que la felicidad en el trabajo es responsabilidad de cada uno, y generando un entorno estimulante, retador y de corresponsabilidad. Tenemos la tendencia a sentirnos un agente pasivo, un corcho que flota a la deriva en un sistema que nos arrastra y nos mueve. Esto no es así, no es así en gran parte.
Es cierto que vivimos en un entorno “hostil”, con muchos cambios y con mucha competencia, con grandes niveles de exigencia y con la necesidad de reinventarse constantemente, pero ¿qué responsabilidad y control tengo yo en todo esto? En el momento en el que entendemos que solo seremos felices en el trabajo cuando decidamos qué camino escogemos, el resto fluye.
Es imprescindible, en este sentido, generar entornos retadores, de cooperación entre los miembros del equipo, con líderes transformacionales y con una cultura corporativa fuerte, que alinee los esfuerzos de todos y que dé sentido al trabajo diario.
Tener un propósito más allá de nuestro día a día da coherencia al esfuerzo, y ver que lo logramos y que tenemos impacto en él genera felicidad en los trabajadores. Si además es algo compartido con una comunidad de la que te sientes orgulloso y que se estimula internamente, la potencia es imparable.
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¿Crees que los empresarios son conscientes de la importancia que tiene el bienestar de sus plantillas para conseguir los objetivos empresariales?
No del todo. Todavía está muy instaurada la creencia de que divertirse en el trabajo te hace menos profesional, o el temor de facilitar la procrastinación si no estás encima de qué hacen en cada momento tus trabajadores y la solución que se toma es la de establecer políticas restrictivas. Esto es un tremendo error, ya que lo único que haces es restringir la creatividad y el compromiso de los miembros de tu equipo.
Si no te confías en tu equipo y piensas que no van a trabajar, quizás no tienes en tu empresa a las personas adecuadas. Eso sí, si no confías en ellos, no esperes que ellos lo hagan en ti. En el trabajo debemos fomentar entornos de responsabilidad y confianza mutua. Que disfruten de su trabajo es lo mejor que puede pasar, ya que serán los primeros interesados en que las cosas salgan bien.
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¿En qué se diferencia un departamento de recursos humanos de un “departamento de felicidad”?
Se trata de pasar de la reactividad a la proactividad y dedicar los esfuerzos en incrementar la productividad y competitividad de los trabajadores y, en consecuencia, de la organización.
Tenemos la capacidad de ser algo más que establecer procesos y verificarlos. El departamento de recursos humanos es el que tiene más contacto con todos los miembros de la organización, el que tiene la visión global de qué pasa con las personas de la empresa y, además, la capacidad de ver qué camino va a seguir ésta. Esto nos da una ventana de oportunidad única de establecer políticas y planes que anticipen esas necesidades y preparen a los trabajadores de una organización para poder hacerles frente de forma óptima.