A fuerza de arriesgar e innovar, la diseñadora gallega Elena Ferro ha conseguido rescatar los tradicionales zuecos de madera para llevarlos del barro a la pasarela.
Es un oficio que le viene de familia, se crió en el taller centenario de su abuelo, el taller zoqueiro de los Ferro, en Merza (Vila de Cruces). Fueron su padre, Alfonso, y su tía Agripina, quienes siguieron con un oficio que actualmente se encuentra casi desaparecido, y ella quien ha hecho realidad un proyecto sostenible que está generando empleo y riqueza en la Galicia rural.
A finales de los años 70 llegaron las “Katiuskas”, la mayor enemiga de los zuecos, como las califica la propia Elena, y poco a poco se fueron cerrando los talleres artesanos. Fue entonces cuando, para mantener el taller de los Ferro, se vieron obligados a trabajar la marroquinería haciendo bolsos, carteras y llaveros. Fue la necesidad de resistir y su perseverancia lo que llevó a Elena a investigar y probar con nuevos diseños de calzado, pero siempre manteniendo la suela de madera adaptada a la pisada actual. Son zapatos preparados para la nueva pisada en terrenos duros de asfalto o baldosa, a diferencia de los tradicionales terrenos mullidos de tierra o madera, nos explica la diseñadora.
“Hemos conseguido revitalizar un oficio en crisis”.
Elena Ferro, zoqueira.
Interior del taller zoqueiro de los Ferro, en Merza (Vila de Cruces)
Con trabajo y esfuerzo, en este taller han conseguido recuperar un calzado humilde que ha protegido del frío y la humedad a tanta gente del campo, y que según la propia Elena, ha estado tan poco valorado en los últimos años. No solo han conseguido reactivar el oficio, sino que han llevado estos zapatos a las pasarelas de París. Cada año suelen hacer un par o tres de colaboraciones con diseñadores de prestigio internacional como Anel Yaos.
Hace poco sacaron unos zuecos flexibles, con una suela de madera, pero un poco más cómodos y flexibles para mejorar la pisada y adaptarse a los pies más exigentes y delicados. Como nos cuenta Elena, llegar hasta aquí no ha sido fácil. Atrás quedan años de pruebas hasta conseguir unos zuecos que se doblen, cómodos y que protegen del agua.
Tras años de pruebas, en el taller de Elena Ferro han conseguido fabricar unos zuecos flexibles, cómodos y que protegen del agua.
Con un amplio abanico de pieles y colores, ofrecen al comprador la opción de “diseñar” su propio calzado, eligiendo colores, texturas y alturas, pero siempre con la base de madera que los hace únicos. Todo sin perder la esencia. “El zueco tiene que ser caliente y no debe dejar pasar el agua”, apunta Elena Ferro.
El secreto de su rápida expansión y la clave de su éxito, mantener un precio asequible y ofrecer la posibilidad de hacer unos zuecos a la carta, personalizados. Con un precio medio de 70€ para los nuevos diseños y de 50€ para los zuecos tradicionales, el taller zoqueiro de Merza tiene un cliente tipo de entre 30 y 55 años, procedente, según la diseñadora, de Galicia en un 80%, pero también tienen compradores del resto de España, Europa, Estados Unidos y Nueva Zelanda.
“El éxito de nuestro taller está en mantener unos precios asequibles
y ofrecer la posibilidad de hacer unos zuecos a la carta, personalizados”.
Elena Ferro, zoqueira.
Para Elena, el “boca a boca” y que sus clientes se pongan los zapatos y los enseñen, es su principal herramienta de marketing. Sin embargo, son sus redes sociales las que están llevando los zapatos de Elena Ferro a todas las partes del mundo. Cada semana, la propia Elena, cuenta pequeñas historias de manera divertida, dando a conocer sus coloridas creaciones. Empecé de broma y poco a poco se está convirtiendo en un trabajo más del taller, nos explica Elena. Cada primero de mes hace un sorteo de zapatos, lo que les ha hecho llegar hasta los casi 70.000 seguidores de Facebook.