Por qué se llama técnica Pomodoro
Seguro que conoces los relojes con forma de tomate que se utilizan para medir los tiempos de coción en cocina. Pues pomodoro significa “tomate” y este método, creado por Francesco Cirillo para aumentar la productividad, se asocia a esos relojes porque su inventor los utilizaba para estudiar en su época universitaria, allá por los años 80.
En qué consiste la técnica Pomodoro
Pomodoro es un método de organización sencillo y eficaz que ayuda a centrarnos en las tareas que estamos realizando para conseguir la máxima productividad y ganar tiempo de descanso.
Los pomodoros son los intervalos de 25 minutos en los que se realiza una tarea, y el objetivo de este método es que, durante ese tiempo trabajemos totalmente concentrados en la acción que estamos desarrollando. Una vez pasado este intervalo haremos un descanso o nos daremos, incluso, un pequeño capricho. Esta fórmula pretende optimizar el tiempo y los esfuerzos para conseguir avanzar en las tareas.
Fases de la técnica Pomodoro
La técnica Pomodoro es un método de resultados contrastados. Son numerosos los estudios que corroboran esta técnica y afirman que los descansos breves mejoran la productividad. El objetivo es conseguir mejores objetivos en menos tiempo, y no solo es aplicable al ámbito laboral, también al personal.
La técnica Pomodoro propone intervalos de 25 minutos, pero puedes variarlos según las necesidades de la actividad que estés desarrollando o tu capacidad de concentración.
Antes de comenzar la tarea, busca un cronómetro y todo el material que vas a necesitar para no interrumpir el trabajo y desconcentrarte.
Céntrate únicamente en la tarea. Si quieres conseguir el objetivo de la técnica Pomodoro, evita interrupciones. Apaga el teléfono móvil, olvídate de levantarte a coger un café o de hacer una consulta a un compañero.
Para poder trabajar a pleno rendimiento es necesario dejar descansar la mente. Si has trabajado intensamente durante unos 25 minutos, un pequeño descanso de 5 será suficiente.
Sigue enlazando sesiones de trabajo con sus respectivos descansos hasta completar tres. Luego toca tomar un descanso más largo, de unos 20 minutos, aproximadamente, o incluso darnos un pequeño capricho como un dulce, un helado o un paseo breve.