El saludo es un gesto de la vida cotidiana y profesional, una señal de respeto y consideración hacia los demás, y la oportunidad para agradar a nuestros clientes, colaboradores o compañeros. Por ello, deberíamos esforzarnos por saludar de manera correcta y cortés, de acuerdo al lugar y las circunstancias en las que nos encontramos.
- Diferencia entre el saludo de empresa y el informal, en familia o con amigos. En el trabajo, saluda al llegar con un “buenos días-tardes o noches” y evita los saludos informales.
- Hasta la llegada a nuestras vidas del COVID-19, normalmente al saludo le solía acompañar el gesto de estrechar la mano, que debía ser decidido, breve y firme. En la actualidad, los abrazos, besos, choques de codos y, por supuesto, el gesto de estrechar la mano, son fórmulas incorrectas porque no mantienen la distancia de seguridad.
- Lo razonable es saludar evitando el contacto físico y manteniendo la distancia de seguridad. Son correctas fórmulas como poner la mano sobre el corazón el saludo juntando las palmas de las manos a la altura del pecho con una ligera inclinación en señal de respeto.
- Evita el choque de codos. Aunque se ha popularizado como saludo seguro, la Organización Mundial de la Salud lo desaconseja porque sitúa a las personas a menos de un metro de la otra persona.
- Por el mismo motivo, no son aconsejables los choques de puños ni de pies. Son fórmulas que debes descartar aunque La Liga recomendó a los futbolistas que saludaran a los aficionados chocando los puños.
- Intenta saludar de pie, o al menos, a la misma altura que tu interlocutor. Así que, si el saludo te sorprende sentado, levántate. En todo caso, mantén el contacto visual con la otra persona siempre que le saludes. Mira a sus ojos.
- Si durante la jornada nos cruzamos o nos encontramos en varias ocasiones con la misma persona, basta con saludarla en el primer encuentro.
- En nuestra empresa, si recibimos una visita, seremos nosotros los que salgamos a recibirla y por lo tanto iniciaremos el saludo.
- En el saludo que hacemos a una persona por primera vez, lo normal es utilizar una frase de cortesía del tipo: “Encantado de conocerle“, pero si ya hemos sido presentados con anterioridad, servirá un simple “¿Cómo está?”.
- En la presentación, mantén el contacto visual y di nombre y apellido. En el ámbito empresarial, añade también tu cargo.
- Si en la presentación no logras retener el nombre de la persona la primera vez, no te preocupes y pide educadamente que lo repitan: “Disculpe, ¿podría repetir su nombre de nuevo? No escuché bien“.
- En el caso de que desconozcas o no recuerdes el nombre de alguien, trata de nombrar el cargo.
- Cuando saludas a una persona por primera vez, lo adecuado es utilizar alguna frase de cortesía como “Encantado” o “Encantado de conocerle”. En el caso de que hayamos sido presentados con anterioridad, lo correcto es utilizar fórmulas como “Me alegro de volver a verle” o “¿Cómo está?”.
- En los saludos, haz un esfuerzo por dirigirte a tu interlocutor por su nombre. Trata de no utilizar apodos, ni siquiera con tus empleados.
- Al final de la reunión, dí lo bien que ha ido el encuentro. Puedes utilizar una fórmula como “Gracias por venir, Juan. Ha sido un placer verte”.