Todos hemos tenido que presentarnos alguna vez en una reunión de negocios o en una entrevista de trabajo y, en la mayoría de los casos, no hemos estado preparados para ello. Si quieres aprovechar estas oportunidades de presentarte a ti mismo o tu proyecto y que se lleven la mejor impresión, elabora y trabaja previamente un buen Elevator Pitch.
Conocido también como Elevator Speech, es un discurso de presentación rápida, o más bien, exprés, que generalmente se utiliza para presentar proyectos de emprendimiento en el tiempo que dura un trayecto de ascensor, habitualmente entre 30 segundos y 1 minuto. De ahí su nombre “discurso del ascensor”.
El 80% de los trabajadores no desarrollan la técnica del Elevator Pitch con claridad
Consultora Hexagone
Aunque se ha popularizado en los últimos años, el Evelator Pitch comenzó a utilizarse en los eventos networking de los años 80. Su origen es incierto, pero algunos lo atribuyen al empresario estadounidense Philip Bayard Crosby.
Este discurso en el que debes condensar lo más importante sobre ti o tu proyecto, no tiene como objetivo cerrar ningún negocio o encontrar financiación. El objetivo de un Elevator Pitch es definir, diferenciar y llamar la atención del interlocutor para concertar una entrevista o reunión para más adelante.
Pautas para preparar un Elevator Pitch
Teniendo en cuenta que los objetivos de cada persona y empresa pueden ser totalmente diferentes, es fundamental que tengas claro el foco de lo que quieres comunicar. Mientras para unos el objetivo de un elevator pitch puede ser concertar una reunión para buscar empleo, captar financiación o colaboradores para un proyecto, otros buscan dar a conocer un blog o su canal de youtube. En cada caso, la preparación del Elevator Pitch será totalmente diferente.
No solo tenemos que tener claro qué queremos, también qué ofrecemos. Tu Elevator Pitch debe transmitir qué ofreces a los demás, las bondades de tu producto o servicio, y por qué es útil para el público al que va dirigido.
Quién eres, cuál es tu experiencia y cuál es tu marca. Comienza con tu nombre, apellido, cargo y nombre del proyecto o empresa, poniendo énfasis en alguna información que te diferencia de los demás, tu marca personal.
Explica lo más breve posible tu idea de negocio. Sé conciso y dale un matiz especial a las ideas que consideres que deben quedarse grabadas en la memoria del interlocutor. Háblale de tu producto o servicio estrella, qué necesidad resuelves y cómo aportas valor.
Explica qué te hace diferente de la competencia, si la tienes, y los motivos por los que deben apoyar tu proyecto o empresa, y no a otros.
Piensa lo que quieres contar y estructura el mensaje. Prepara un discurso breve y fácil de comprender. Utiliza solo palabras que uses en el día a día y evita los tecnicismos. La mejor forma de ordenar las ideas es escribirlas. Ponlas sobre el papel y, a continuación, léelas en voz alta. Eso te ayudará a aprender el mensaje e interiorizarlo para que el día que surja la oportunidad no tengas que improvisar y puedas transmitirlo de manera natural, casi sin pensar.
Ponte en situación y escenifica diferentes situaciones en las que te puedas encontrar. No es lo mismo el mensaje que debes transmitir en una entrevista de trabajo que en una reunión en busca de financiación para tu proyecto de negocio.