El ingeniero industrial Pedro Espinosa fundó con sólo 24 años Llaollao, una cadena de franquicias basada en el yogurt de textura helada, que a día de hoy suma un total de 100 establecimientos en el territorio nacional, 33 en el extranjero, y emplea a más de 750 personas.
En 2009, después de analizar los mercados internacionales donde se estaba desarrollando el concepto frozen yogurt y las características del mercado nacional, Pedro Espinosa dejó su puesto de trabajo de ingeniero en una multinacional petrolera e inauguró su primer establecimiento en Denia (Alicante).
Hoy, esta marca se ha hecho hueco en las calles más comerciales de España con un centenar locales, ha abierto siete mercados exteriores –Francia o Venezuela, entre ellos– y supera los 25 millones de euros en ventas.