Estamos inmersos en una época de cambios. La Secretaria de Estado de Empleo, Yolanda Valdeolivas, ha anunciado que el contrato de apoyo a emprendedores, también conocido como “contrato fijo precario” por sindicatos y críticos, será derogado. Esta medida está marcada en la agenda del Gobierno y, según la Secretaria de Estado, este tipo de contrato no es “adecuado ni razonable” y “no ha reducido la temporalidad y ha introducido precariedad laboral”.
El contrato de apoyo a emprendedores (C.A.E.) fue creado en 2012, una época en la que la contratación por cuenta ajena atravesaba dificultades, por lo que fue concebido con el propósito de “relanzar” el emprendimiento. Más concretamente, su objetivo era facilitar el acceso de jóvenes y mayores de 45 años a un empleo fijo, y para ello, las empresas que se acogiesen a este tipo de contratación (aquellas que tuviesen menos de 50 trabajadores), tendrían bonificaciones en las cotizaciones sociales y otras ventajas como el periodo de prueba de un año sin indemnización en el caso de que el trabajador no lo superara.
Contra la temporalidad
Desde la creación de este contrato, han sido numerosas las críticas por parte de los sindicatos afirmando que se trata de un contrato temporal encubierto con despido gratuito. Además del número de trabajadores, menos de 50, la única exigencia para que las empresas pudiesen disfrutar de la bonificación era mantener al trabajador un mínimo de tres años. Si la empresa no cumplía el requisito, debía devolver la ayuda. Según el Consejo Económico y Social (CES), la mayoría de las empresas han obviado la bonificación y un 96,7% han renunciado a ella para tener más flexibilidad de despido. Es decir, habrían usado esta modalidad como contratación temporal con despido libre en el primer año de trabajo. Según la Secretaria de Estado, “Es un contrato que se puede estar utilizando para torcer un principio de nuestro sistema, que es no incentivar las contrataciones temporales”.
Contratos de formación y aprendizaje
La representante del Gobierno no ha indicado la fecha en que desaparecerá el contrato, aunque sí ha afirmado que están “estudiando otras modalidades incentivadas de contratación indefinida”. Según Valdeolivas, el nuevo Gobierno está estudiando otros modelos contractuales, además de comentar que tendrán que seguir “avanzando y analizando el control del fraude” en la contratación temporal. Además, ha adelantado que se tomarán medidas para igualar la cotización de los contratos con la intención de que los temporales coticen por los mismos conceptos que los contratos indefinidos, y que serán también revisados los contratos de formación y aprendizaje porque, según Valdeolivas, están registrando un número de contrataciones “muy poco significativo” y no están consiguiendo el objetivo por el que fueron creados, el fomento del empleo de los jóvenes.