Comunicar: Plan estratégico para crecer

La comunicación en el ámbito empresarial es un activo intangible que colabora de forma activa en el éxito a la empresa, ya  que permite que la organización se “comunique” interna y externamente para desarrollar los objetivos para los que se constituyó.

El éxito de la Comunicación Empresarial exige una coordinación extrema entre los departamentos de la empresa. Por lo tanto, la excelencia en la comunicación debería ser la meta de toda la empresa, ya que no solo comunica el departamento destinado a esa función sino todos y cada uno de los miembros de la organización.

Es bueno sentar las bases del proceso de comunicación, aunque todos hablamos, nos relacionamos, esto no nos da el marchamo de garantía de que nuestras acciones de comunicación sean exitosas.

 

Este es el esquema clásico que todos conocemos, si todos lo conocemos, ¿qué es lo que hace que unas empresas lleguen mejor a su cliente objetivo?, ¿Qué hace que unas empresas vendan más?

La respuesta la podemos enmarcar en una acción que tanto organizaciones como individuos no llevamos a cabo con la frecuencia necesaria: SABER  ESCUCHAR.

Es el primer paso para entender qué quiere el MERCADO, qué se espera de nostros. Solo si tenemos claro  lo que nuestro CLIENTE OBJETIVO necesita, podemos  ofrecérselo. Por supuesto que no debemos solo centrarnos en nuestro producto o servicio, que pueda cubrir las expectativas de quien busca en nosotros una respuesta, una solución a un problema o necesidad. En nuestra política de comunicación debemos incluir las herramientas para entender, para descubrir cómo quiere ser atendido, qué espera de nuestra marca, de nuestro equipo humano, debemos descubrir, cómo encajar que escuchemos cómo le gusta ser atendido, debemos entender cómo debe ser nuestra relación con el cliente tanto actual como de futuro.

Con ello conseguiremos que se abra un canal de comunicación solvente, creíble y sobre todo de confianza, para ser tomados como la opción preferente ante toda la competencia, donde el precio ya no será la única variable para decidir en el acto de la compra. Si lo hacemos, habremos encontrado el rapport, la sintonía perfecta entre nuestra organización y el cliente, en donde la relación se basa en la confianza y cooperación, ayudándonos a crecer, evitando que los posibles juicios, distorsiones y posibles informaciones mal intencionadas, hagan que se nos abandone como elección.

Es un proceso largo donde la coherencia del mensaje debe estar siempre presente. La sinceridad, y el adaptarse a la realidad de la marca y de nuestros productos, harán que nuestra comunicación, sea nuestra mejor arma de venta.

Autor: Juan Antonio Mallenco, experto en comunicación empresarial y RRII.