Carrick es la marca de pulseras creada hace tres años por dos veinteañeros vigueses, Brais Comesaña y Javier Estévez. Su principal característica diferenciadora es una estrategia de comunicación brillante y una insignia basada la figura de un ancla.
Bajo la idea de «llevar el mar siempre contigo», esta marca con fábrica en O Porriño, traslada a sus clientes un mensaje marinero que ha llegado a todo el mundo. Cuentan con clientes en Indonesia, Tailandia, Qatar o Sudáfrica y, por supuesto, en toda Europa.
Solo venden por Internet y en el año 2016 consiguieron facturar medio millón de euros. Mantienen esta dinámica para el cierre del 2017.
Aunque es un producto de éxito sorprendente y con un futuro que parece próspero, los creadores de las pulseras Carrick ya están pensando en su final. Saben que el cliente de hoy no es fiel a la marca y actualmente, bajo el sello Siccae Ventures, trabajan en cuatro marcas diferentes para el 2018.
Foto: Javier Estévez y Brais Comesaña.