Cuando estamos inmersos en el proceso de crear nuestra empresa son tantas las cosas de las que tenemos que ocuparnos que intentamos hacerlas lo más rápido posible y a veces no nos paramos lo suficiente a meditar según que aspectos. El nombre que pondremos a nuestra empresa es muy importante ya que será la denominación por la que nos busquen y nos reconozcan y es parte fundamental de nuestra imagen de marca.
Tenemos una idea que nos bulle en la cabeza, algo atractivo e innovador que pensamos que puede ser una buena opción de negocio. Tras darle muchas vueltas somos capaces de reunir la decisión suficiente para ponerlo en marcha. Justo en ese momento nos vemos inmersos en una vorágine de cosas que hacer de la que intentamos salir lo más rápido y lo mejor parados posible.
En una situación como esa y con tanto de lo que ocuparnos, normalmente se peca de no dedicar el tiempo suficiente a cosas que realmente lo requieren porque van a tener una importancia capital en el posterior desarrollo de nuestra empresa. Este es el caso, por ejemplo, de decidir cual va a ser el nombre de nuestra empresa. Pensad que ese será el nombre por el que la gente nos conozca y el nombre que condicionará la imagen que proyectemos al exterior.
¿Por qué es importante elegir un buen nombre para mi empresa?
A nadie se le escapa que el hecho de elegir un nombre adecuado para nuestra empresa es muy importante y que una buena elección en este sentido puede reportarnos muchos beneficios tanto a corto como a largo plazo:
- Se nos conocerá de manera más fácil. Cuando el nombre ha sido bien elegido cualquiera que lo escuche o lo vea será capaz de saber a que nos dedicamos. De esta manera el acceso a nuestros servicios será más rápido y más fácil.
- Permite establecer una conexión con el cliente. Un buen nombre nos permitirá no solo que el cliente nos retenga en su memoria de una forma más fácil, sino que también sea capaz de establecer un vínculo con nuestra marca.
- Nos permite diferenciarnos del resto. Una denominación adecuada para nuestra empresa nos puede proporcionar ese plus que nos de una identidad propia y que nos haga identificarnos del resto de nuestros competidores.
¿Qué debemos tener en cuenta para poner nombre a tu negocio?
Para que nuestra empresa o negocio tenga un nombre con gancho y que nos facilite posicionarnos de la mejor manera posible para llegar a nuestros clientes potenciales es recomendable que esa denominación que finalmente elijamos se base en el cumplimiento de los siguientes criterios que proponemos:
- Necesitamos que suene bien. Es muy recomendable que el nombre que elijamos tenga una buena sonoridad y que sea agradable de escuchar. Es un nombre que debe invitar a repetirlo por lo que también hay que tener en cuenta que sea fácil de pronunciar. Deb sonarte bien cuando lo escuches ya que de lo contrario puede generar rechazo.
- Elige un nombre que sea claro. Cuando decidamos el nombre que queremos ponerle a nuestra marca debemos encaminar esa decisión a un nombre simple pero que deje claro a que nos dedicamos. Es recomendable que evitemos ser demasiado genéricos y que no intentemos abarcar demasiados mercados.
- Nombres positivos. Nos ayudará mucho el hecho de que nuestra marca sea capaz de generar un vínculo emocional con nuestros clientes potenciales. Para hacer más fácil la consecución de este objetivo tenemos que intentar alejarnos de nombres que puedan tener algún tipo de connotación negativa.
- Un nombre que nos dé juego. Hacemos referencia a las posibilidades que nos dé el nombre a la hora de trabajar con él. Nos conviene tener un nombre que nos dé opción de hacer distintas asociaciones con él o de otorgarle distintos significados. Esto nos ayudará, por ejemplo, a la hora diseñar campañas de marketing o para la evolución de nuestra marca.
- Pongámoslo fácil. Olvídate de nombres complicados que ni el más experto de los lingüistas sería capaz de pronunciar. Para llegar al público conviene ponérselo fácil. Nuestro nombre no debe generar dudas a la hora de leerlo lo cual evitará que haya distintas formas de decirlo creándonos un perjuicio a la hora de la difusión boca a boca y a la retención por parte de nuestros posibles clientes.
- Nada de iniciales. Por más que nos pese, no somos ni BBVA ni ING que ya tienen su imagen definida y sus siglas son perfectamente reconocibles. Un nombre con siglas resulta poco llamativo y es más difícil de recordar. Generalmente nos suele costar asociar un significado a este tipo de nombres por lo que su capacidad de mantenerse en nuestra memoria a largo plazo es muy reducida.
¿Cómo le pongo nombre a mi empresa?
Una vez que tenemos claro todos esos aspectos relevantes a la hora de elegir el mejor nombre posible para nuestra marca ha llegado el momento de ponerse manos a la obra para hacerlo. Para facilitar este proceso que puede llegar a resultar bastante complicado te proponemos algunos pasos a seguir que pueden hacer más sencillo este proceso.
1. Conoce tu empresa e intenta describirla. Cuanto más conozcas de tu empresa más fácil será poder describirla y establecer conceptos que sean identificativos de ella. Factores como las actividades, los servicios que se van prestar, la forma de trabajar o los valores de empresa serán factores que será necesario definir.
2. ¿Hacia dónde quieres ir? Una vez descrito todo lo que va a ser nuestra empresa llega el momento de plantearse hacia dónde queremos encaminarnos. Teniendo claros mis objetivos puedo definir la identidad de mi empresa y con esta a su vez elegir un nombre que esté acorde con esa identidad.
3. No olvidemos las emociones. Las empresas que establecen un vínculo emocional con los clientes presentan un mayor grado de fidelización de estos. Por este motivo es interesante que nosotros intentemos buscar también ese vínculo. Para eso debemos plantear y decidir cuales son las emociones que queremos despertar.
4. Generar ideas. Con todos los puntos anteriores definidos ya podemos comenzar a generar todos los nombres que se nos ocurran. Para ello debemos evitar censurarnos al principio y producir cuantos más nombres mejor. Ya habrá tiempo después para hacer una criba. Si no estamos especialmente creativos podemos recurrir a la ayuda de amigos, familiares, socios o empleados e incluso podemos servirnos también de los generadores de nombres disponibles en internet.
¿Qué hago después de elegir un nombre para mi negocio?
Ya he elegido un nombre para mi empresa. He encontrado un nombre que me gusta y que además reúne todo lo necesario para impulsar mi negocio ¿Y ahora qué hago? Puede parecer que una vez elegido el nombre este proceso se acaba, pero ahora debería ejercer como investigador y comprobar que ese nombre es utilizable. Para comprobar si realmente hemos elegido de forma adecuada, y por fin determinar que hemos elegido un buen nombre deberíamos descartar dos factores:
1. Que no signifique nada grosero o que esté asociado a alguna palabra con connotaciones negativas en algún otro idioma. Como ejemplo de esto podemos fijarnos en el Nissan Mocco.
2. Que el nombre que hemos elegido no esté ya registrado por otra empresa.
¿Cómo puedo saber si el nombre de mi empresa ya ha sido registrado?
En la web del Centro de Información y Red de Creación de Empresas (CIRCE) del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad se recomienda para esta comprobación la empresa TMClick. La búsqueda deberá hacerse por medio de un formulario y es válida para cualquier fórmula de empresa salvo para la Sociedad Limitada Nueva Empresa. Además, nos recomiendan solicitar hasta 5 denominaciones diferentes.